la de tus palabras al mencionarte.
Que si de liberar mi lengua se tratase,
jamás volvería a sentirme aprisionada.
De tus labios seré presa,
hasta que mi cuerpo aguante.
De tu mirada confesa,
de tu corazón errante.
Libertad condicionada
la de mis manos al ansiar tocarte
en otra noche salada, desconcertante;
al mismo tiempo mágica y apasionada.
De tu olor seré sabuesa,
de tu frenesí causante.
De una lejana promesa
me declaro acompañante.
Libertad condicionada
la de mis oídos al buscarte
en la inmensa oscuridad delirante,
en la mente de una niña consternada.
De tu sonrisa traviesa
me enamoré un instante.
De tu reír que no cesa,
solo espero que aguante...
020117r
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