Con el corazón aún tembloroso y mis labios clamando un beso tuyo
Aun no concibo el aliento sereno, no tengo hambre y no quiero más que el veneno de la idea de tu olor en mi cuerpo.
La pena me invade y brota el sentimiento vomitado que un amor fugaz y sano que no explica su impás.
Yo, amante libre de exigencias no interpuse jamás reclamo para el control.
Yo te quiero liberado de la angustia y la exigencia. Jamás verás en mi la esencia de un odio condicinado.
Comenzó en carabanchel con un vino entre mis manos, un beso en la mejilla e incesantes miradas con lupa...acabó entre a abrazos, una pizza en sevilla y una noche el villaokupa.
23.01.23
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